Fausto Coppi representa mucho más para la historia del ciclismo de lo que su título de "Il Campionissimo" alcanza a demostrar. Tras la Segunda Guerra Mundial, en un continente reponiéndose del cataclismo, fue el italiano quién rompió, sobre la bicicleta, muchos de los paradigmas culturales que no se resignaban a morir en la Vecchia Europa, aún cuando sus cimientos eran apenas ruinas.
El más perdurable de esos cambios, el hito que dejó sembrado Coppi y que continúa erguido, haciéndose cada vez más grande, es el Alpe d´Huez. Antes de Coppi y de su victoria en 1952 sobre el Alpe, eran el Izoard, el Tourmalet y el Galibier, las cumbres míticas que cada año vestían de gloria a los titanes de la bielas.
Pero Coppi representaba lo moderno. Todo lo que estaba antes de Coppi recordaba tiempos pretéritos. Es que la guerra distorsiona la dimensión cronológica. El mundo quería distanciarse de esos años aciagos. Se entregaba a la novedad. Y es entonces cuando aparece esta cumbre en el Tour de France. Con el triunfo del más grande de todos los tiempos, Il Campionissimo Coppi.
Desde ese verano de 1952, todo ha sido in crescendo en la montaña de las 21 herraduras. Cada año se registran cifras record de visitantes del mundo entero (hasta un millón de fanáticos) que se agolpan en las cunetas, esperando por horas, y a veces días enteros, el paso de la caravana multicolor del Tour. Ansiando ver a sus heroes, a los villanos, expectantes por saber quién será el que se llene de gloria en medio de los chalets alpinos del puerto.
El Alpe d´Huez se plantó sobre los hombros de los gigantes que lo precedieron, solamente para hacerse más grande. La leyenda creció, crece y crecerá con cada paso del Tour por sus laderas. Con cada llegada en alto, con cada ronda que se gana allí y todos los sueños que se destruyen. El Alpe d´Huez es, sin lugar a ninguna duda, la cumbre más importante que un ser humano puede alcanzar sobre una bicicleta.
Lo que sigue, es la historia de una montaña que se convirtió en leyenda por el acto de prestidigitación de un solo hombre que, a fuerza de pedalazos, la ungió de su propia inmortalidad.
Las 21 Herraduras.
La del Alpe d´Huez no es la cumbre más difícil del mundo. No es la más empinada o la más larga. Pero es la más importante. Sin embargo, lo anterior no quiere decir que se trata de una ascensión fácil.
Sus 13,8 kilómetros comprenden 21 curvas en herradura que rompen la cadencia de la escalada y complican cada vez más, entre más se asciende, la llegada a los 1850 metros de altitud que alcanza el mítico puerto. La inclinación promedio del ascenso es de 8,2%, con varias rampas de 11,5%
Cada una de las curvas lleva inscrito un nombre (a veces dos). Cada una de esas uniones recuerda una gesta. Cada curva, un monumento a un titán de las bielas. Entre ellos un colombiano. Los Escarabajos siempre presentes en las páginas más ilustres del deporte.
Empezando de abajo a arriba, el puerto se desarrolla así:
El ascenso comienza en Bourg d´Oisans, a orillas del río Romanche. Apenas salir del pueblo, empieza la subida.
Kilómetro 1.
Curva 21. 806 metros de altitud.
Es la curva de Coppi, por el simple hecho de ser la primera, y ser él quién se estrenó vencedor en 1952. A 806 metros sobre el nivel del mar, esta curva también lleva el nombre de Lance Armstrong. Desde que los ganadores en la cima superaron los 21, se han ido agregando los nuevos, empezando nuevamente de abajo hacia arriba. El nombre del texano no durará mucho tiempo en los avisos de curva. La intención es despojarlo también de esta insignia.
Coppi.
Kilómetro 2.
Curva 20. 880 metros de altitud.
Lleva el nombre de Joop Zoetmelk, Países Bajos, quién venció en el alto en 1976. Es un giro a la izquierda. El español Iban Mayo se inscribió en la placa como segundo honrado en 2003.
Zoetmelk.
Mayo.
Curva 19. 900 metros de altitud.
Esta también tiene el nombre del innombrable de Texas. Su único dueño indiscutido, desde 1977, sigue siendo el también holandés, Hennie Kuiper.
Kuiper.
Curva 18. 922 metros.
Kuiper repitió en 1978. Esta curva también lleva el nombre de Fränk Schleck desde 2006.
Schleck.
Kilómetro 3.
Curva 17. 950 metros.
Es la curva de Joaquim Agostinho, el primero de los dos ganadores que hubo en el Alpe en 1979. En esa edición se visitó dos veces el alto, en dos fracciones diferentes. En 2008 Carlos Sastre ganó en el mítico puerto y se quedó con el Tour en Paris.
Agostinho.
Sastre.
Curva 16. 980 metros.
En la segunda pasada del Tour en 1979 por el Alpe d´Huez, el ganador fue el vencedor de 1976, Zoetmelk. En 2011, Pierre Roland, se inscribió como el vigésimo segundo ciclista en la historia en conseguir la victoria en el puerto.
Rolland.
Kilómetro 4.
Curva 15. 1025 metros.
Esta será la curva que reciba el nombre del ganador de este 2013. Por ahora el único dueño es Peter Winnen. Ganador en 1981, fue la cuarta victoria de Holanda en la que ya se llamaba, para ese entonces, la "montaña de los holandeses".
Winnen.
Curva 14. 1050 mts.
Beat Breu, suizo, venció en 1982 y se adjudicó para siempre esta herradura.
Breu.
Kilómetro 5.
Curva 13. 1120 mts.
En la primera edición que se llevó Laurent Fignon en Paris, fue Winnen, quién por segunda ocasión, pasó primero por la meta entre los chalets.
Los famosos avisos que designan cada herradura.
Curva 12. 1161 mts.
Esta es la curva más gloriosa del ciclismo latinoamericano. La curva que cambió la historia para siempre.
Luis "El Jardinerito" Herrera, el de Fusagasugá, partió de Grenoble ese medio día francés, para recorrer 151 kilómetros, vencer a Hinault, hacer sufrir a Fignon y pasar por siempre a la historia.
Ese día, por primera vez en la historia, un amateur ganó una etapa de la Grande Boucle. Por primera vez un colombiano se quedaba con una etapa. Por primera vez el Nuevo Continente conquistaba, en bicicleta, la cumbre más importante del Viejo.
Así se vivió ese día:
Luis Herrera triunfa en el Alpe d´Huez.
Kilómetro 6.
Curva 11. 1195 mts.
Tras el triunfo de Herrera y el Tour de Fignon en 1984, en 1986, Bernard Hinault demostró que seguía siendo un gigante, ganando la etapa 18 de esa edición. La anécdota de este año la protagonizaron Greg LeMond e Hinault. Los dos cruzaron con centímetros de diferencia, la meta en el pueblo alpino.
Hinault.
Curva 10. 1245 metros de altitud.
En 1987 se volvió a subir al Alpe d´Huez y ese año fue el español Federico Echave el ganador de la fracción. En esa ocasión, otro ibérico se adjudicó el triunfo en Paris: Pedro Delgado.
Echave.
Kilómetro 7.
Curva 9. 1295 metros de altitud.
Esta es la de Steven Rooks. 1988. El año en el que Delgado se vio acompañado de Fabio Parra en el podio de Paris.
Rooks.
Curva 8. 1345 metros de altitud.
En 1989, como el año anterior, volvió a ser un holandés el dueño del máximo puerto europeo. Gert Jan Theunisse. Los de Países Bajos no han regresado victoriosos al Alpe. Este también sería el último Tour que viera como campeón a Laurent Fignon.
Theunisse.
Kilómetro 8.
Curva 7. 1390 metros de altitud.
La primera de las dos, consecutivas, que llevan el nombre del italiano Gianni Bugno. 1990.
Bugno.
Kilómetro 9.
Curva 6. 1480 metros de altitud.
Repite Gianni Bugno en 1991. Miguel Indurain sería el ganador del Tour pocos días después. El primero de los cuatro que ganó en seguidilla. Desde 1991 se rompió la barrera de los 40 minutos en el ascenso.
Kilómetro 11.
Curva 5. 1512 metros.
El dueño de la quinta herradura es Andrew Hampsten. El primero de los Estados Unidos en conseguir la etapa y el único que no ha sido despojado del título. 1992.
Hampsten.
Curva 4. 1553 mts.
Escriturada a Roberto Conti, de Italia, en 1994.
Conti.
Kilómetro 12.
Curva 3. 1629 mts.
La primera de las dos que se apropió "El Pirata" Pantani. 1995.
Pantani.
Curva 2. 1669 metros de altitud.
La segunda y última de "Il Elefantino". 1997. Hasta hoy, sigue siendo oficialmente la subida más veloz sobre el puerto. 37:35. Existe debate sobre este guarismo. Algunas fuentes citan que en 1995 El Pirata habría utilizado solamente 36:40 para alcanzar la meta. La discrepancia se da por la diferencia en la distancia oficial para registrar el tiempo.
Si aceptamos la cifra oficial, este sería el registro audiovisual:
Kilómetro 13.
Curva 1. 1713 metros de altitud.
En 1999 Giuseppe Guerini, de Italia, completó las 21 victorias en el Alpe d´Huez. El italiano se vio involucrado en una caída a 1000 metros de la meta, cuando un aficionado se le atravesó para hacerle una foto y Giuseppe no pudo esquivarlo. Sin embargo, fue capaz de quedarse con la etapa. Fue a partir de esta fecha que se resolvió asignar a los nuevos ganadores recomenzando por la curva 21, al pie del puerto.
Guerini.
Meta. 1850 metros sobre el nivel del mar.
Si dejamos de lado la nefasta historia, ya conocida por todos, esta fue, en su momento una de las grandes demostraciones de potencia que se han visto jamás en el Alpe d´Huez.
En 2004, la etapa a la máxima cumbre, fue una crono desde Bourg d´Oisans. 15,5 kilómetros que dominó el innombrable de Texas.
Este año, en la centésima edición de la carrera de ciclismo por etapas más dura del mundo, por primera vez en la historia se subirá dos veces en un mismo día al mítico pueblito alpino. La etapa se dará en medio de un Tour dominado por el keniata Chris Froome, del equipo Sky. El británico solo ha podido ser combatido por un escarabajo colombiano, el novato de 23 años, Nairo Quintana.
Tras un duelo de titanes en las laderas del Mont Ventoux, en la etapa 15, los dos gigantes de las bielas se enfrentarán de nuevo en la más importante de todas las etapas que ciclista alguno puede soñar con disputar. La pelea promete ser legendaria.
[En esta ocasión La Cadenilla recibió la ayuda invaluable de Andrés Parrado, triatlonista bogotano. A él, muchísimas gracias! Esperamos tenerlo muchas veces más con nosotros.]
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